El artista puertorriqueño Bad Bunny ha renovado sus críticas al Partido Nuevo Progresista (PNP) por la gestión deficiente de dos gobernadores sucesivos frente a los devastadores huracanes que han golpeado a la isla. Esta vez, el cantante ha utilizado vallas publicitarias y una nueva canción para expresar su descontento, en una clara muestra de su influencia cultural y política.
Desde el paso del huracán María en 2017 y los subsiguientes eventos climáticos que han afectado a Puerto Rico, Bad Bunny ha sido un crítico abierto de la gestión gubernamental, especialmente la del PNP, al que culpa por la lenta respuesta y la falta de atención adecuada a las necesidades de los damnificados. El gobierno de Ricardo Rosselló y su sucesora, Wanda Vázquez, ambos miembros del PNP, han sido objeto de fuertes críticas por la mala gestión de recursos y la corrupción que se descubrió en el manejo de la crisis.
En esta ocasión, Bad Bunny ha recurrido a métodos menos convencionales para expresar su opinión, como la instalación de vallas publicitarias en varias partes de Puerto Rico. Además, ha lanzado una nueva canción en la que denuncia las políticas ineficaces y la corrupción del PNP, responsabilizando a sus líderes por el sufrimiento prolongado de miles de puertorriqueños.
El papel de Bad Bunny como una figura no solo musical, sino también política, ha ido en aumento en los últimos años. A través de sus plataformas y su música, el artista ha utilizado su influencia para denunciar las injusticias que enfrenta su isla natal. En la nueva canción, se refiere específicamente a las dificultades que los puertorriqueños siguen enfrentando, como la falta de acceso a servicios esenciales y la reconstrucción incompleta de las zonas más afectadas por los huracanes.
La instalación de vallas publicitarias es una estrategia poco común en el ámbito musical, pero efectiva en el contexto político. Los mensajes en las vallas no solo son un recordatorio visual constante de los fracasos del gobierno, sino que también amplifican la voz de un ícono cultural que es seguido por millones en todo el mundo. Esto refuerza la idea de que Bad Bunny está utilizando todos los medios posibles para influir en el discurso público de Puerto Rico.
Esta no es la primera vez que Bad Bunny utiliza su plataforma para criticar al gobierno. En 2019, fue una de las principales figuras públicas que participaron en las protestas masivas que llevaron a la renuncia de Ricardo Rosselló, entonces gobernador de Puerto Rico. En aquella ocasión, se unió a otros artistas puertorriqueños como Residente y Ricky Martin, lo que demostró el poder de las figuras del entretenimiento en el activismo social y político.
Comparado con otras estrellas que han evitado expresar posturas políticas claras, Bad Bunny ha asumido un papel de activista, lo que ha resonado profundamente entre sus seguidores, muchos de los cuales están desilusionados con la situación política y económica de la isla.
El uso de vallas publicitarias y una canción como medios de protesta subraya la creciente influencia de Bad Bunny en la política puertorriqueña. Su crítica al Partido Nuevo Progresista refuerza su compromiso con los problemas sociales de su país y amplifica la frustración de muchos puertorriqueños que siguen enfrentando las consecuencias de una gestión gubernamental deficiente tras los desastres naturales. Esta nueva intervención en el debate público sugiere que Bad Bunny no solo es una de las voces más prominentes de la música, sino también un defensor de la justicia social y el cambio político.
"El impacto de artistas como Bad Bunny en la esfera política demuestra cómo las figuras públicas pueden influir en la opinión pública y llamar la atención sobre temas urgentes", comentó un analista político puertorriqueño.