La cadena de restaurantes TGI Fridays cerró abruptamente casi 50 de sus locales en Estados Unidos durante la última semana, alimentando los rumores de una posible declaración de bancarrota. De los 213 restaurantes que la cadena tenía abiertos la semana pasada, ahora solo quedan 164, lo que representa el mayor número de cierres desde enero de este año, cuando se clausuraron 36 ubicaciones con bajo rendimiento.
El cierre de 49 locales de TGI Fridays se debe, en parte, a la crisis económica que enfrenta Estados Unidos y a la necesidad de la cadena de optimizar sus operaciones. De acuerdo con el director de operaciones, Ray Risley, el objetivo es generar “oportunidades para optimizar y agilizar las operaciones y garantizar una mejor posición para cumplir y superar la promesa de marca”. Además de los cierres recientes en Estados Unidos, TGI Fridays también cerró 35 sucursales en el Reino Unido en semanas anteriores.
Los locales que fueron cerrados abruptamente incluyen tres en Nueva York, así como otras ubicaciones en Pennsylvania, Connecticut y Virginia. Además, se ha anunciado que otros cierres podrían ocurrir en estados como Carolina del Norte, Wisconsin, Michigan, Indiana y Minnesota antes de que termine el año 2024.
El cierre masivo de locales de TGI Fridays pone de manifiesto los desafíos que enfrenta el sector de restaurantes de comida casual en Estados Unidos, el cual ha sido golpeado por la inflación y la reducción del poder adquisitivo de los consumidores. La cadena ha enfrentado una caída en el número de clientes y un aumento en los costos de operación, lo cual ha llevado a la empresa a implementar medidas drásticas para reducir costos y mantener la viabilidad del negocio.
Según informes, algunos empleados se mostraron sorprendidos por el cierre repentino de sus lugares de trabajo, ya que muchos de ellos no habían recibido aviso previo. Aunque la compañía ofreció oportunidades de traslado para el 80% de los empleados afectados, el futuro de aquellos que quedaron sin empleo es incierto.
Para los analistas del sector, estos cierres son una señal ominosa sobre el futuro de TGI Fridays. La cadena, que alguna vez fue símbolo del auge de los restaurantes de comida casual en los años 90, ha tenido dificultades para adaptarse a las nuevas tendencias del mercado, donde los consumidores buscan cada vez más opciones saludables, experiencias gastronómicas únicas y precios accesibles.
Desde el comienzo del año, TGI Fridays ha estado cerrando locales de bajo rendimiento en un intento por reorganizar su estructura y adaptarse a las condiciones del mercado. En enero, se cerraron 36 restaurantes con baja rentabilidad, lo cual ya había generado preocupación entre los empleados y clientes de la cadena. En el último año, el número de restaurantes de TGI Fridays en Estados Unidos ha caído significativamente, pasando de 278 a finales de 2023 a los 164 actuales.
Aunque los cierres recientes han sido atribuidos a una "estrategia de crecimiento continuo" de la marca, los expertos señalan que el escenario financiero para la cadena no es favorable. Otros competidores del sector de restaurantes casuales, como Red Lobster y Buca di Beppo, también han enfrentado problemas similares y han optado por declararse en bancarrota durante 2024, lo cual podría ser un precedente para TGI Fridays.
La abrupta decisión de cerrar casi 50 locales de TGI Fridays refleja la situación económica crítica que enfrenta la cadena de restaurantes. Estos cierres, sumados a los de enero y a los ocurridos en el Reino Unido, parecen apuntar a la necesidad de una reestructuración urgente para garantizar la supervivencia de la marca. Si bien la compañía ha intentado presentar estas acciones como parte de una estrategia de crecimiento, la realidad sugiere un contexto de dificultades financieras que podría culminar en una declaración de bancarrota.
Ray Risley ha destacado la importancia de optimizar las operaciones para "superar la promesa de marca", pero la caída en el número de locales y la incertidumbre sobre el futuro del negocio indican que TGI Fridays tendrá que enfrentarse a retos considerables en los próximos meses. Los consumidores y empleados de la cadena seguirán atentos a los pasos que tomará la compañía para asegurar su permanencia en el competido mercado de la restauración casual.