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Fiscalía General asegura que el secuestro de 'El Mayo' Zambada ya está probado, esperan información de EE.UU.
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Publicado en 29/10/2024

Alejandro Gertz Manero, titular de la Fiscalía General de la República (FGR) de México, aseguró este lunes que el secuestro de Ismael 'El Mayo' Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, ya está probado, aunque aún esperan que el gobierno de Estados Unidos brinde información faltante sobre la investigación. Gertz Manero afirmó que cuentan con evidencia que demuestra que Joaquín Guzmán López, integrante de "Los Chapitos", privó de la libertad a Zambada el pasado 25 de julio.

Un secuestro con implicaciones internacionales

Durante la conferencia matutina del 29 de octubre, Gertz Manero detalló que el secuestro de Ismael Zambada fue llevado a cabo por Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín 'El Chapo' Guzmán. Según la FGR, el secuestro tuvo lugar en México, donde Guzmán López engañó a Zambada para asistir a una reunión con el fin de resolver una disputa entre el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, y el exalcalde de Culiacán, Héctor Melesio Cuén. Durante este encuentro, Zambada fue emboscado y trasladado a Estados Unidos en un avión privado sin su consentimiento.

La FGR también reveló que el avión utilizado para el secuestro, un Beechcraft King Air, tenía registros clonados y que el piloto actuó de manera irregular, ocultando información sobre el vuelo hasta llegar a la frontera con Estados Unidos, donde solo notificó su aproximación y aterrizaje. Las autoridades mexicanas han solicitado al gobierno estadounidense documentos sobre el vuelo y el piloto, así como registros migratorios y aduaneros que hasta el momento no han sido proporcionados.

Un caso que pone en riesgo la relación binacional

El secuestro de 'El Mayo' Zambada tiene importantes implicaciones para la relación entre México y Estados Unidos, particularmente en términos de colaboración judicial y seguridad fronteriza. La FGR ha planteado que la acción podría ser considerada como un acto de traición, ya que implica la privación ilegal de la libertad de un ciudadano mexicano con el fin de entregarlo a las autoridades de otro país. Esta acusación de traición subraya la gravedad del suceso y pone en entredicho la colaboración entre ambos gobiernos en materia de seguridad y lucha contra el narcotráfico.

El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, declaró el 9 de agosto que Zambada fue llevado a Estados Unidos contra su voluntad. La falta de información clara y definitiva sobre el involucramiento de las autoridades estadounidenses en el traslado de Zambada ha generado tensiones, y la FGR continúa insistiendo en la necesidad de recibir toda la documentación pendiente para esclarecer los hechos.

El caso de 'El Mayo' Zambada no es el primero que evidencia las complejidades de la relación entre México y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico. En ocasiones anteriores, la extradición de figuras del crimen organizado ha sido un tema de tensión diplomática entre ambos países. Además, el uso de vuelos clandestinos y registros falsificados para el traslado de Zambada se asemeja a tácticas empleadas en operativos encubiertos que han generado controversia por la falta de transparencia y coordinación entre los dos gobiernos.

La FGR también informó sobre la investigación del asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda, ocurrido en el mismo lugar y momento en que Zambada fue secuestrado. Este hecho añade otra capa de complejidad al caso, ya que sugiere que el secuestro no solo fue una acción en contra de Zambada, sino también un movimiento para eliminar a Cuén, quien tenía una influencia política considerable en Sinaloa.

El secuestro de 'El Mayo' Zambada y su traslado a Estados Unidos plantea serias preguntas sobre la colaboración entre los dos países en la lucha contra el narcotráfico y el respeto a la soberanía nacional. Alejandro Gertz Manero ha asegurado que el secuestro está probado, pero la falta de información proporcionada por Estados Unidos dificulta avanzar en la investigación y determinar las responsabilidades exactas.

Este caso podría tener repercusiones significativas en la relación entre México y Estados Unidos, particularmente en la cooperación contra el narcotráfico y la seguridad fronteriza. La acusación de traición a la patria y la falta de información clara sobre el rol de Estados Unidos en el secuestro de Zambada resaltan la necesidad de una mayor transparencia y coordinación entre ambos gobiernos para evitar conflictos similares en el futuro.

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