El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha presentado una demanda antimonopolio contra Visa, acusando a la empresa de dominar ilegalmente el mercado de tarjetas de débito. Según el fiscal general Merrick Garland, Visa ha utilizado su posición para cobrar comisiones excesivas, afectando a consumidores y negocios.
Visa, que controla aproximadamente el 60% de las transacciones de débito en Estados Unidos, enfrenta acusaciones de eliminar la competencia y mantener acuerdos excluyentes con bancos y comerciantes para bloquear a sus rivales. La demanda, presentada en el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York, sostiene que esta conducta ha permitido a la empresa generar alrededor de 7,000 millones de dólares anuales en comisiones, lo que ha aumentado los costos para los consumidores y reducido la innovación en el sector.
La acción legal es parte de una serie de medidas de la administración de Joe Biden para frenar conductas monopólicas en sectores clave, como el tecnológico y financiero. El Departamento de Justicia acusa a Visa de haber usado acuerdos con bancos y empresas tecnológicas, como PayPal y Square, para proteger su cuota de mercado e impedir el crecimiento de competidores más pequeños. Según Garland, estos acuerdos no solo afectan los precios de las transacciones, sino que impactan el costo de bienes y servicios en todo el país.
El dominio de Visa en el mercado de tarjetas de débito es tres veces mayor que el de su principal competidor, Mastercard, lo que refuerza las preocupaciones sobre la falta de competencia en este sector. Esta demanda no es el primer enfrentamiento de Visa con las autoridades estadounidenses; en 2020, la empresa se vio obligada a cancelar la adquisición de la fintech Plaid tras una demanda similar.
Visa se ha comprometido a defenderse vigorosamente de las acusaciones, argumentando que ofrece una red segura y fiable que beneficia a consumidores y empresas por igual. Sin embargo, el caso podría tener implicaciones profundas para el futuro del procesamiento de pagos en Estados Unidos y sentar un precedente importante en la lucha contra las prácticas monopolísticas.