El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, afirmó contundentemente ante la Asamblea General de la ONU que su país no cesará en su operación militar en Gaza hasta lograr la liberación de los rehenes en manos de las facciones palestinas. En su discurso, respondió a los llamados internacionales para un alto el fuego, criticando las "mentiras y calumnias" que, según él, se han dicho en ese mismo podio.

Netanyahu, conocido por su enfoque firme en temas de seguridad nacional, subrayó que la operación en Gaza no se detendrá hasta que todos los ciudadanos israelíes capturados sean devueltos a casa. Esta declaración llega en medio de crecientes presiones de la comunidad internacional, incluidas las de varias naciones y organismos, que han solicitado un alto el fuego en la región debido al elevado costo humano del conflicto.

El conflicto actual en Gaza se ha intensificado en las últimas semanas, con bombardeos israelíes y ataques palestinos escalando la violencia en la región. Israel ha mantenido una política de respuesta militar dura hacia las amenazas de Hamás y otras facciones palestinas, mientras que los civiles en Gaza siguen siendo las principales víctimas de los enfrentamientos​.

Netanyahu enfrentó críticas internacionales por la continuidad de la guerra y el elevado número de bajas civiles, pero dejó claro que la seguridad de los ciudadanos israelíes y la liberación de los rehenes es una prioridad innegociable para su gobierno. Esta postura refleja la política de Israel en los últimos años, que prioriza la seguridad y defensa nacional sobre las presiones diplomáticas.

En su discurso, Netanyahu aludió a lo que considera una parcialidad internacional en el tratamiento del conflicto, donde, según él, se culpa desproporcionadamente a Israel por las bajas y la destrucción, ignorando las amenazas y ataques que su país enfrenta a diario. Esta postura no es nueva, y ha sido una constante en la retórica diplomática de su gobierno​.

A lo largo de los años, Netanyahu ha mantenido una línea firme en cuanto a la defensa nacional de Israel, especialmente en lo que respecta a conflictos con facciones palestinas. En comparación, administraciones israelíes anteriores han tenido variaciones en sus políticas de negociación o tregua, pero Netanyahu ha sido consistente en su enfoque militar.

La situación en Gaza ha sido objeto de numerosos intentos de mediación a lo largo de décadas, con varios acuerdos de alto el fuego logrados pero rápidamente quebrantados. Este patrón ha dificultado cualquier avance significativo hacia una paz duradera en la región​.

El discurso de Netanyahu en la ONU reafirma la postura inamovible de Israel en su conflicto con Gaza, priorizando la seguridad de sus ciudadanos sobre las presiones diplomáticas internacionales. A medida que el conflicto continúa, la comunidad internacional seguirá buscando formas de mediación, aunque la retórica firme del primer ministro sugiere que el gobierno israelí no tiene planes inmediatos de cambiar su estrategia.

"Israel ha demostrado una y otra vez que no cederá ante las amenazas externas. La postura de Netanyahu, aunque controvertida, es coherente con su política de seguridad", señaló un analista de seguridad en el Medio Oriente.