Un nuevo estudio realizado en España sugiere que beber una pequeña cantidad de vino al día podría proteger el corazón, especialmente en personas mayores de 60 años con riesgo de cardiopatía.
El estudio, liderado por el Dr. Ramón Estruch de la Universidad de Barcelona, analizó a personas mayores de 60 años que siguen la dieta mediterránea basada en plantas, que suele incluir un vasito de vino con la cena. Los resultados mostraron que beber entre medio y un vaso de vino al día redujo en un 50% el riesgo de sufrir un episodio cardiovascular, como un infarto de miocardio o un ictus, en comparación con las personas que no bebían vino.
Según el Dr. Estruch, "Este estudio examina la importancia del consumo moderado de vino dentro de un patrón dietético saludable, como la dieta mediterránea". Sin embargo, Tracy Parker, dietista jefe de la Fundación Británica del Corazón, advierte que "el consumo excesivo de alcohol es perjudicial para la salud del corazón". Ella sugiere que, aunque el estudio muestra beneficios, no está claro que haya que abrir una botella de vino tinto.
Otros estudios han encontrado que el consumo moderado de vino puede mejorar la función endotelial, reducir la oxidación del colesterol LDL (colesterol "malo") y aumentar los niveles de colesterol HDL (colesterol "bueno"). Sin embargo, el consumo excesivo de alcohol puede aumentar el riesgo de hipertensión, demencia vascular y problemas hepáticos.
El estudio se realizó en una población mediterránea de alto riesgo cardiovascular, con un promedio de edad de 68 años. Los investigadores utilizaron un biomarcador, el ácido tartárico, para evaluar el consumo de vino.
"Es crucial que las personas midan con precisión la cantidad de vino que se sirven", afirmó Paul Leeson, catedrático de medicina cardiovascular de la Universidad de Oxford.