En Tlaxcala, los antiguos tlaxcaltecas tenían un calendario prehispánico único que regulaba sus actividades y ceremonias, diferenciándose del calendario mexica en varios aspectos clave.
El calendario prehispánico de los tlaxcaltecas era una forma de contar el tiempo que les permitía organizar sus actividades agrícolas, religiosas y sociales. A diferencia del calendario mexica, el calendario tlaxcalteca comenzaba el día 2 de marzo y no el 2 de febrero. Este calendario constaba de 365 días divididos en 18 meses de 20 días cada uno, con 5 días adicionales llamados "nemontemi", considerados días nefastos.
El calendario tlaxcalteca reflejaba una cosmovisión diferente a la de los mexicas, con un enfoque en la orientación solar y la importancia de los ciclos agrícolas. Los tlaxcaltecas también celebraban festividades importantes cada cuatro años, conocidas como "fiestas solemnes", que eran similares a los bisiestos en el calendario actual. Estas festividades incluían ceremonias religiosas y actividades comunitarias que fortalecían la cohesión social.
Comparado con el calendario mexica, el calendario tlaxcalteca tenía diferencias significativas en la fecha de inicio y en la orientación de los ciclos. Mientras que los mexicas comenzaban su ciclo de 52 años en el signo del conejo (tochtli), los tlaxcaltecas lo hacían en el signo de la caña (acatl), lo que reflejaba una cosmovisión más avanzada y orientada hacia el sol naciente.
El estudio del calendario prehispánico de los tlaxcaltecas nos ayuda a comprender mejor su cultura y organización social. Además, nos permite apreciar la diversidad y riqueza de las civilizaciones prehispánicas en Mesoamérica.
“El calendario tlaxcalteca es un testimonio de la sofisticación y la adaptabilidad de los antiguos tlaxcaltecas en la gestión del tiempo y la organización de sus actividades,” comenta el historiador Armando Díaz de la Mora.